A Karoso, musiquero y amigo:
Con profunda y sentida admiración
me detengo una y otra vez ante tu maravillosa obra digital, “El Arte Sonoro Mbya, esa música soñada”. No
me canso. Se me disparan ideas. Preparo un té y pongo todas las fibras de mi
cuerpo a disposición del recorrido visual y sonoro por esta cultura antigua que
habita suelo argentino, paraguayo y brasilero, llamada Mbya Guaraní. Todo el recorrido lo hago con una sonrisa y
hondo sentir en el pecho. Me regocijo en tu labor. Me lleno de emoción.
Recordando tus rasgos humanos,
Karoso, te veo un ser transparente y brindado, con un humor fresco y portador
de un alegre desparpajo. Como música y artista dedicada hace más de una década
al trabajo musical con la etnia “Qom”
del Chaco y habiendo abordado la fusión de cantos Tobas con sonidos electrónicos, de la mano de mi compañero musical Diego Pérez en TONOLEC, debo decir que
quedé gratamente sorprendida por el exhaustivo trabajo que venís realizando con
esta parcialidad de la Nación Guaraní.
“EL Arte Sonoro Mbya”, me sumerge en la cosmogonía guaranítica a través de
las leyendas del takuapú (takuara que
percuten en el piso las mujeres, de manera ceremonial) y el popuguaí (mariposa de aleteo sonoro) y me
permite recrear otros tiempos en las imágenes de su gente, en el sonido de sus
instrumentos característicos, en los videos donde grupos de niños danzan y
cantan. Me impacta Ceferino cantando una hermosa canción de cuna, en un programa de
T.V. donde dice al final que “en un intercambio justo nadie gana o pierde, sino
que todos quedamos contentos”. Espontáneas palabras y muy ciertas. Y pienso: es tarea nuestra, amigo, obrar para que
quedemos todos felices viviendo y aceptando esta mezcla de sangre que somos,
amigándonos con nuestros orígenes nativos y sintiendo orgullo de ser parte de
estas culturas ancestrales.
Tu arte nos allana el camino en
nuestra tarea de querer aprehender de esta cultura milenaria; tu dedicación a
esta hermosa tarea de rescatar nuestras raíces está plasmada fielmente en esta
obra, “ser brindado”, “ser espiritual”,“obrador de nuestra identidad cultural”.
Te manifiesto mi admiración y
gratitud.
Charo Bogarín, Bs. As. Octubre de 2012