viernes, 18 de septiembre de 2009

Marito de Campo Viera

Era una peña de escuela y allá fuimos invitados
a cantar la noche aquélla con un amigo del barrio
Felipe Varela en zamba y en vals Virgen Morenita
eran nuestro repertorio como aprendices de artista

Entre danzas y cantares anunciaban a Marito
conocida por la radio su voz de niño prodigio
Los músicos y su padre traje marrón de gauchito
peinadito a la gomina impecable el rubiecito

Se plantó en el escenario, que así no canta cualquiera:
Recio serio pleno y claro Marito el de Campo Viera
Grabé su impronta de artista los destellos de su estrella
y dos décadas pasaron por el canto de la tierra

Y otra noche y otra peña entre aplausos con amigos
alguien se acercó sonriendo y pidió cantar conmigo
Se sentó con su guitarra, que así no canta cualquiera
y se escuchó : -¡bien Marito! ¡Marito, el de Campo Viera!

¡Qué importante me sentí cuánto que había crecido!
Pero pronto percibí que él había descendido
Lo delataban las marcas de un dolor sobre su rostro
y una gris melancolía en el brillo de sus ojos

-Desde que murió su padre nunca volvió a ser el mismo
y su voz se ahogó una noche azul teñida de vinos
Siempre vivirá tu canto, que así no canta cualquiera
Eco verde en los teales Marito de Campo Viera